Los manglares, marismas, deltas y pastos marinos a lo largo de la costa, son medios de vida para millones de personas. Además, tienen la capacidad de mitigar el impacto de tormentas e inundaciones. Mediante la conservación y restauración de los humedales trabajamos por lograr la protección de ecosistemas costeros y deltas y su única diversidad biológica.
Dónde trabajamos
Los humedales costeros sirven como criaderos de peces, proporcionan agua para la agricultura, construcción de suelos, protección contra tormentas, almacenan enormes cantidades de carbono, proporcionan madera y plantas medicinales. Es un puente sobre el mar y la tierra, son el hogar de un gran número de plantas y animales.
Desafortunadamente, más del 60% de los humedales costeros ya han sido severamente degradados. La pérdida de infraestructura se está multiplicando rápidamente como resultado del colapso de los recursos naturales. Asimismo por la erosión costera, las inundaciones y la intrusión salina afecta cada vez más la capacidad de recuperación de las poblaciones costeras. Los impactos de cambio climático se añaden a la mezcla de vulnerabilidad, particularmente en las zonas bajas.
¿Cómo podemos mantener los valiosos recursos que proporcionan los humedales costeros? ¿Cómo podemos integrar la gestión de ecosistemas en estrategias para la reducción de desastres y adaptación al cambio climático? ¿Cómo nos trazamos objetivos de conservación, desarrollo y crecimiento económico en regiones densamente pobladas?
Nuestra estrategia en primer lugar es mirar los humedales costeros en su contexto más amplio. Para entender cómo se conectan al medio ambiente marino y con zonas de aguas arriba. Para comprender cómo las amenazas surgen en estos ecosistemas más amplios y para ilustrar cómo los humedales proporcionan valores que abarcan mucho más allá de sus propios límites. Lo hacemos en colaboración con todas las partes interesadas que desempeñan un papel en estos entornos complejos.
Uno de los pilares de nuestro trabajo es la protección de alto valor y los humedales costeros y desembocaduras razonablemente intactos que están bajo amenaza. En las zonas rurales que se utilizan intensivamente, por ejemplo para la producción de arroz y la agricultura, pretendemos demostrar cómo el mantenimiento y restauración de los ecosistemas costeros pueden contribuir al crecimiento económico sostenible y una mayor capacidad de recuperación. En zonas fuertemente degradadas y modificadas, tales como la erosión de costas rurales y conglomerados urbanos promovemos el uso de la infraestructura verde o construcción con la naturaleza como enfoque innovador y eficaz para desarrollar costas seguras y productivas. En regiones de desembocadura promovemos una combinación de lo anterior, mediante el apoyo a enfoques de manejo integrado de recursos costeros.
Como siempre, vinculamos a las comunidades, instituciones gubernamentales y del sector privado en cursos de capacitación, diálogos conjuntos y planificación comunes para despertar el interés para la recopilación, reproducción y ampliación de nuestro trabajo.