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El rol de las mujeres para la conservación de los humedales de la Puna  

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Lanzamos una iniciativa que busca reforzar los derechos de las productoras andinas a través de capacitaciones en organización comunitaria y tecnologías que utilicen energía renovable.  

En la región Andina, las mujeres enfrentan desafíos de origen natural y antrópico relacionados con el agua que impactan sobre sus derechos. El clima seco en la Puna ha provocado sequías prolongadas y temperaturas en aumento, lo que impacta negativamente en el rendimiento del agua en suelos y humedales. Además de la crisis climática, la migración de hombres en busca de empleo traslada a las mujeres la ardua tarea de enfrentar la escasez de agua mientras sostienen el hogar, cuidan de la tierra y mantienen el ganado, aumentando su vulnerabilidad económica y social.  

A pesar de su profundo conocimiento sobre la producción de cultivos, la biodiversidad local y los humedales, las mujeres son a menudo excluidas de los procesos de toma de decisiones sobre la gestión del agua. Las políticas no consideran adecuadamente sus necesidades, lo que no solo las priva de sus derechos, sino que también desperdicia valiosos conocimientos y soluciones para la gestión sostenible del agua y la adaptación al cambio climático. 

En el marco del Programa Conservando los Humedales Altoandinos para la Gente y la Naturaleza, lanzamos un proyecto financiado por la Embajada del Reino de los Países Bajos. Este proyecto propone fortalecer los derechos humanos de las mujeres andinas, reconociendo su papel crucial en la preservación y uso sostenible de los humedales de la Puna. Estos son ecosistemas fundamentales para garantizar la disponibilidad de agua, el desarrollo de pasturas en la región y el sostén de las actividades productivas locales. 

Para dar a conocer el proyecto, realizamos un primer taller en Abra Pampa, Jujuy. El mismo contó con la presencia de mujeres de diferentes comunidades de la cuenca de Pozuelos que dialogaron sobre los desafíos que enfrentan a diario como ganaderas de la Puna, una zona árida, que se encuentra a más de 3.000 metros de altura sobre el nivel del mar que alberga vegas y bofedales. En el encuentro, también se acordaron futuras capacitaciones sobre análisis de agua, liderazgo y asesoramiento legal, entre otros temas. 

Nuestra estrategia consiste en capacitar a las mujeres en la instalación y mantenimiento de tecnologías limpias y renovables, como bombas solares y bebederos automáticos, así como en habilidades de incidencia y organización. Esto les permitirá reducir su carga física y liberar tiempo que antes dedicaban al trabajo, al mismo tiempo que les brindará nuevas oportunidades de ingresos y desarrollo personal y comunitario. Además, promoverá la igualdad de género, promoverá el intercambio de conocimientos entre ellas y fortalecerá sus derechos en el acceso y la gobernanza del agua, un recurso vital en la región. 

Promover los derechos de las mujeres andinas contribuirá a romper el ciclo de pobreza y violencia intergeneracional, promoviendo un desarrollo más equitativo y sostenible.