Bancos comunitarios de semillas criollas para la adaptación al cambio climático
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Resiliencia comunitaria
Lago de Atitlán, Sololá, Guatemala – Implementar un banco comunitario de semillas criollas asegura mantener la diversidad biológica y nativa local y por lo tanto el mantenimiento de los ecosistemas agrícolas ancestrales. Estas son la mejor forma de adaptación al cambio climático, porque aseguran la producción de alimentos en ciclos sucesivos. En base de este conocimiento, Wetlands International y Cáritas Zacapa/Cordaid, desarrollaron una gira educativa y capacitación denominada “Implementación y Manejo de Banco de Semillas Criollas” con personas de las diferentes comunidades de los municipios de Cabañas, Zacapa y de Camotán, Chiquimula.
Esta gira se llevó a cabo los días 15, 16 y 17 de octubre de 2014 en donde las personas que participaron se movilizaron al departamento de Sololá, a orillas del lago de Atitlán, para adquirir la experiencia en esta jornada de capacitación con el Instituto Mesoamericano de Permacultura (IMAP), organización local con amplia experiencia sobre la temática de conservación y rescate de las semillas criollas y nativas de la región.
Dicha experiencia fortaleció el conocimiento de 16 personas que participaron en relación a la Importancia de las semillas criollas y nativas como estrategia de adaptación al cambio climático, de seguridad y soberanía alimentaria de los pueblos; el funcionamiento y los requerimientos administrativos, técnicos y logísticos para implementar un banco de semillas criollas; los tipos o especies de semilla que se pueden almacenar acorde a la región de interés, así como los cuidados técnicos para su manejo y las técnicas para obtener y mejorar dichas semillas.
También, conocer directamente el banco de semillas del IMAP en donde se tiene más de 200 especies y variedades de semillas criollas y nativas, permitió un intercambio de ideas y conocimientos entre participantes y el IMAP, esto permitió ampliar los conocimientos sobre procesos que para ellos eran desconocidos, motivándolos a replicar la experiencia en sus propias comunidades.
La actividad se complementó con la visita al lago de Atitlán, en donde se compartió la situación e importancia que tiene dicho ecosistema para la vida de las comunidades de los seres vivos que allí cohabitan, así como para el sistema paisajístico más amplio, situación que generó admiración en las personas, ya que sus comunidades carecen de recursos naturales similares.
La actividad constituye parte del microproyecto “Implementación de Banco Comunitario de Semillas Criollas en El Solís, Cabañas, Zacapa” del programa en Guatemala de la Alianza por la Resiliencia en el Corredor Seco que implementa el enfoque innovador que integra la Reducción del Riesgo de Desastres, la Adaptación al Cambio Climático y el Manejo y Restauración de Ecosistemas, juntos abreviados como RRD/ACC/MRE.