Incendios a lo largo del Corredor de Humedales Paraná-Paraguay
-
Ríos y lagos
DECLARACIÓN DE POSICIÓN DE WETLANDS INTERNATIONAL
Incendios a lo largo del Corredor de Humedales Paraná-Paraguay
Introducción
La sequía que se observa a nivel de la Cuenca del Plata impacta sobre la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas naturales, comprometiendo el bienestar de importantes sectores de la sociedad.
La Cuenca del Plata, alberga a uno de los macrosistemas de humedales más importantes del mundo: el sistema Paraná-Paraguay, que se extiende desde el Pantanal hasta el Delta del Paraná, a lo largo de unos 3.400 kilómetros. En este sistema el agua es un elemento fundamental que fluye a lo largo del cauce principal de los ríos y que se almacena en los humedales de sus llanuras de inundación, y que contribuye a preservar los procesos ecológicos que tienen lugar y que son la clave para mantener saludables a ecosistemas altamente productivos como los humedales, así como a las poblaciones que dependen de ellos. Entre los múltiples servicios que estos humedales ofrecen, se encuentra el de constituir barreras físicas naturales que pueden ayudar a restringir la expansión de los fuegos. Sin embargo, frente a una situación de seca agravada por la bajante de los ríos de la cuenca, las condiciones de humedad presentes en los suelos de este mosaico de humedales no son suficientes para cumplir esa función. Como consecuencia de la gran disponibilidad de biomasa seca en los suelos y el uso del fuego como práctica asociada a actividades humanas, los incendios han prosperado a lo largo de este extenso corredor fluvial de humedales, con un marcado impacto en diferentes puntos entre los que destacamos sus dos extremos: el Pantanal y el Delta del Paraná.
El fuego como elemento presente y asociado a un ciclo estacional, viene adquiriendo recurrentemente una magnitud de extrema gravedad en años secos como el presente de la mano de procesos de fuerte antropización. En ese contexto, es preocupante que los Estados de la región continúen brindando respuestas “de emergencia” en vez de políticas públicas que anticipen, prevengan y minimicen los riesgos e impactos asociados a las quemas. Como consecuencia, los esfuerzos necesarios para combatir fuegos de la magnitud actual acaban siendo innegablemente más costosos que sostener programas y acciones permanentes de monitoreo y prevención. Estas últimas, a su vez, podrían evitar las pérdidas económicas, sociales y ambientales que hoy experimentamos.
Variabilidad Climática en la Cuenca del Plata
Las precipitaciones registradas en la Cuenca del Plata en 2019 y 2020, se caracterizan por ser de las más bajas de las que se tiene registro. A nivel de los caudales de la Cuenca del Plata, estos cambios se manifiestan en una amplificación de lo que sucede con las precipitaciones y frente a una reducción de lluvias, la respuesta es un caudal reducido más que proporcionalmente. Las proyecciones a futuro muestran un aumento en la amplitud de la variabilidad de los niveles de los caudales, con máximas y mínimas cada vez más intensas. Es decir que, si bien los valores medios no se modificarían en forma significativa, si se producirán cambios muy importantes en los caudales extremos.
Además, las previsiones apuntan a prolongados períodos de sequías en los meses usualmente caracterizados por lluvias. A su vez, los períodos lluviosos tienden a tener menor duración con precipitaciones más intensas y concentradas, tanto geográficamente como temporalmente. La dinámica de la estacionalidad de las lluvias y sequías en la región viene sufriendo alteraciones en los últimos años y las proyecciones apuntan a cambios aún más intensos.
Los escenarios de cambio climático más realistas en la Cuenca del Paraguay para el período 2011-2040 apuntan hacia un aumento de la temperatura por encima de los 2° C y una reducción de aproximadamente un 15% en las precipitaciones. La consecuente reducción de los flujos de los caudales alcanzaría a un 13% en el Pantanal para dicho período. En la Cuenca Alta del Paraguay, responsable por el funcionamiento hidrológico del Pantanal, los niveles de caudales alcanzaron este año bajas históricas comparables con las mayores sequías que afectaron a la región. El escenario de escasez hídrica es el más severo en 50 años y las lluvias previstas para los próximos meses no serán suficientes para reabastecer el sistema. Como consecuencia, el Pantanal brasileño enfrenta un número récord de focos de incendio desde que se iniciaron los registros en 1998. Si bien ya en 2005 los incendios habían alcanzado niveles preocupantes (6.296 focos), hasta agosto de 2020 ya se han registrado unos 10.000 focos de calor en el Pantanal brasileño, afectando al 10% de todo su territorio, equivalente a 1,55 millones de hectáreas.
Por otra parte, en la Cuenca Baja del Paraná, desde febrero de 2020 se vienen registrando los niveles de caudal, en promedio, más bajos de las últimas décadas. Según el Servicio Meteorológico Nacional argentino, la anomalía en las lluvias promedio para la región del litoral en lo que va del 2020 lo convierten en uno los periodos más secos de los últimos 60 años y, en consecuencia, la cantidad de agua almacenada en el perfil del suelo viene disminuyendo. En el Delta del Paraná, los incendios han prosperado superando los 26.000 focos de calor desde comienzos del 2020, afectando al territorio regido por el Plan Integral Estratégico para la Conservación y el Aprovechamiento Sostenible del Delta del Paraná (PIECAS-DP), que comprende la jurisdicción de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, así como de la Administración de Parques Nacionales. Si bien en mayo de 2008 los incendios también alcanzaron niveles preocupantes (4.500 focos de calor), para fines de agosto de 2020 se registraron en el Delta del Paraná más de 15.000 focos de calor siendo este el mes con los registros más altos. Según estimaciones recientes, ello equivale a unas 350.000 hectáreas afectadas por el fuego, o un 20% del total del territorio del Delta del Paraná.
Vale resaltar que numerosos focos de incendios también han abrasado importantes extensiones de humedales del nordeste argentino en las provincias de Chaco y Santa Fe. Como un claro ejemplo de la gravedad de la situación, se estima que 80 % del Sitio Ramsar Jaaukanigás fue severamente afectado por el fuego.
Reacciones y repercusiones locales frente a la emergencia
Como parte de un amplio colectivo de organizaciones de la sociedad civil, instituciones de investigación y comunidades locales tanto en el Pantanal como en el Delta del Paraná, comenzamos a alertar a ministerios y autoridades de nivel nacional y subnacional, solicitando un plan de alerta temprana que incluya las medidas necesarias para reducir el riesgo de desastre resultado del avance del fuego. Intentamos evitar la repetición de eventos con alto impacto sobre el ambiente y la sociedad que ya tuvieron lugar en esta región en el pasado reciente.
La magnitud alcanzada por los incendios en el Delta del Paraná y la intensidad los impactos sobre la naturaleza y la sociedad, catalizaron que el pasado 11 de agosto la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina hiciera lugar a una medida cautelar. A partir de este acto, se resolvió que las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires y los municipios de Victoria y Rosario constituyan un Comité de Emergencia Ambiental para atender la urgencia de los incendios dentro de un marco institucional articulado por el nivel nacional. Por su parte, en el Pantanal se instaló el Comando Integrado da Operação Pantanal II, constituido por actores de las municipalidades y estados provinciales, en Mato Grosso do Sul coordinado por la Marina de Brasil y en Mato Grosso por el Cuerpo Militar de Bomberos. Se sumaron a ellos la Fuerza Aeronáutica, el Ejército, la Secretaría de Medio Ambiente, Defensa Civil y el Programa de Prevención de Incendios del IBAMA (Prev-Fogo). El grupo de combate está apoyado por organizaciones de la sociedad civil y propietarios rurales, además de ciudadanos voluntarios.
Pese al esfuerzo e intención, la Operação Pantanal II está siendo insuficiente frente a la magnitud e intensidad de los incendios.
Si bien la variabilidad climática, los cambios de uso del suelo y el cambio climático global son fuerzas impulsoras que afectan el funcionamiento hidrológico de los humedales de la región, llama la atención su insuficiente consideración en los procedimientos de manejo y control del fuego. Asimismo, los focos de incendio que en otros contextos serían controlables, hoy configuran una amenaza de dimensiones catastróficas a lo largo de todo el corredor fluvial Paraná-Paraguay.
Los hechos mencionados plantean la necesidad de repensar los procedimientos, políticas y regulaciones respecto del uso del fuego en humedales, además de revisar y fortalecer la capacidad de respuesta para el combate de los incendios en nuestra región.
Un llamado a la acción
Wetlands International, como Organización Internacional Asociada a la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional (Convención de Ramsar), hace un llamado a los gobiernos, organismos de la región y a la comunidad internacional a articular esfuerzos para buscar respuestas permanentes a la problemática de los incendios que afectan la conectividad y la salud del Sistema de humedales Paraná-Paraguay. Para tal fin:
- Solicitamos fomentar el diálogo y cooperación técnica entre los cinco países de la Cuenca del Plata a fin de encontrar soluciones sostenibles y atender los compromisos asumidos por los países de la región frente a los acuerdos regionales y convenciones internacionales.
- Enfatizamos la importancia de jerarquizar espacios y mecanismos existentes de colaboración trasfronteriza (Iniciativa Regional para la Conservación y Usos Sustentable de los Humedales Fluviales de la Cuenca del Plata, Protocolo de Emergencias Ambientales del MERCOSUR, entre otros).
- Subrayamos la necesidad de instalar medidas de monitoreo, regulación y control del fuego como práctica productiva considerando especialmente los riesgos de su utilización en periodos de sequía y de mayor vulnerabilidad y riesgo de desastre, realizando revisiones periódicas de los permisos a la luz de cambios en el uso de la tierra y la variabilidad climática.
- Reiteramos la importancia de fortalecer la gestión integral de los recursos hídricos frente a la recurrencia de periodos de extrema sequía en la Cuenca del Plata, introduciendo el enfoque de caudal ambiental como herramienta para definir parámetros de cantidad de agua necesarios para hacer frente a situaciones de riesgo y mantener la integridad ecosistémica de los humedales.
- Urgimos a las instituciones competentes y gobiernos a abordar con compromiso los temas críticos transfronterizos ya identificados por el Programa Marco para la Gestión Sostenible de los Recursos Hídricos de la Cuenca del Plata, en particular, en sus acciones vinculadas con la Perdida y Degradación de Hábitats y Variabilidad y Cambio Climático por guardar estrecha relación con los incendios y sus efectos.
- Exaltamos la relevancia de garantizar los mecanismos de consulta y participación permanente, que consideren a las comunidades locales en el proceso de toma de decisión.
- Señalamos con preocupación los recortes o disminuciones en las asignaciones presupuestarias a los organismos ambientales y sistemas de monitoreo y control del fuego en algunos países de la región.
- Destacamos el rol fundamental de las Áreas Protegidas, los Sitios Ramsar y los corredores que los conectan como aliados clave en las políticas y programas de prevención, manejo y combate de incendios, sobre la base de su experiencia de manejo, conocimiento técnico, del territorio y capacidad de articulación con los actores locales relevantes.
- Alentamos a los gobiernos de la región a reforzar mecanismos de intercambio, producción conjunta e integración del conocimiento en las políticas públicas regionales por medio de la generación de información útil para la toma de decisiones.
Recomendaciones
A partir de un incremento de las actividades antrópicas dentro y en torno a los humedales del Sistema Paraná-Paraguay, el fuego se convierte en un elemento y realidad presente que amerita mayor entendimiento, monitoreo y regulación. La actual situación de emergencia socioambiental a lo largo del corredor, pone de manifiesto la necesidad de:
- Mejorar el entendimiento de los ciclos de acumulación de biomasa seca (combustible) en humedales y su monitoreo en años de extrema sequía como estrategia de prevención.
- Promover mejores prácticas y alternativas que permitan limitar el uso del fuego como práctica productiva en estos ambientes, considerando seriamente los costos, beneficios y externalidades sobre el ambiente y la sociedad implicadas en cada situación productiva.
- Planificar y regular condiciones para la concesión de autorizaciones para la quema controlada, considerando la heterogeneidad de las regiones de humedales, diferenciando unidades de paisaje en función de la vegetación presente y considerando ciclos inundación y de acumulación de biomasa.
- Maximizar espacios institucionales existentes para fortalecer la coordinación interjurisdiccional, el intercambio de información y el establecimiento de protocolos de acción una vez que la situación supere umbrales aceptables.
- Avanzar sobre la dimensión del ordenamiento ambiental del territorio de manera armonizada entre los diferentes niveles políticos de organización y jurisdicciones que comparten el sistema de humedales.
- Incrementar la presencia y el control territorial por parte de las diferentes autoridades estatales con competencias para actuar en la materia, propiciando vínculos y canales de diálogo con las comunidades que habitan, trabajan, estudian y producen en los humedales.
- Fomentar instancias de desarrollo de capacidades en metodologías y tecnologías para el manejo integrado del fuego y la restauración de áreas afectadas.
- Explorar asociaciones público-privadas para el desarrollo de recursos que permitan instalar bases permanentes, mejorar equipamientos y fortalecer capacidades para responder de manera rápida ante futuros episodios de incendio.
Para más información contactarse a [email protected]
Declaración de Posición: