El Área Natural Protegida Península Mitre contará con un Plan de Manejo para asegurar su conservación
El 80 % de las turberas del país se encuentran en esta área natural protegida. Junto a la Secretaría de ambiente provincial estamos desarrollando un plan para de manejo para asegurar la protección y gestión sostenible de este valioso territorio.
Junto a la Secretaría de Ambiente de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur empezamos a trabajar en la elaboración del Plan de Manejo del Área Natural Protegida (ANP) Península Mitre, una herramienta fundamental para asegurar la conservación y gestión sostenible de este valioso territorio.
Arrancamos con dos talleres en Ushuaia la primera semana de diciembre, los que organizamos junto a la Secretaría de Ambiente de la provincia y nos permitieron profundizar en la importancia de contar con un plan de manejo para salvaguardar el rol fundamental en la conservación de turberas y de los ecosistemas terrestres, costeros y marinos.
Con una extensión de más de 1.000.000 hectáreas, el ANP Península Mitre alberga grandes sistemas de turberas, bosques nativos, especies endémicas de flora y fauna, y un patrimonio arqueológico que incluye vestigios de pueblos originarios y restos de naufragios. Además, la zona concentra cerca del 80% del total de las turberas del país, humedales que cumplen un rol crucial en la mitigación de la crisis climática al absorber y almacenar carbono.
Del encuentro participaron organizaciones no gubernamentales y universidades nacionales, como la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF), que integran la Comisión Consultiva de Participación para la Gestión del ANP, encargadas de monitorear el avance y los resultados del Plan de Manejo, quienes propusieron acciones conjuntas para enriquecer y consolidar el proceso de planificación.
El Plan de Manejo es una herramienta clave para definir lineamientos claros que aseguren la conservación del área y promuevan una gestión sostenible. Esto incluye el establecimiento de actividades económicas compatibles con la conservación, como el turismo responsable.
Uno de los puntos centrales de los talleres fue la necesidad de construir una visión común que guíe el proceso de elaboración del Plan. El trabajo colaborativo entre las partes involucradas resulta esencial para garantizar una planificación integral, efectiva y adaptada a las particularidades del Área Natural Protegida.
La gestión buscará acompañar la dinámica del lugar, las necesidades de quienes lo habitan y la conservación de los humedales. De esta manera, no solo se protege una región única en el mundo, sino también a las turberas más australes del planeta, ecosistemas esenciales para mitigar los efectos del cambio climático.