En la cumbre mundial de Cambio Climático que se realizó en noviembre en Brasil, buscamos visibilizar el rol fundamental que cumplen los humedales para la adaptación y mitigación al cambio climático, la seguridad hídrica y la conservación de la biodiversidad. Participamos en paneles estratégicos, encuentros con organismos internacionales y espacios de articulación con gobiernos subnacionales. 

La COP30, en Belém, Brasil, fue una oportunidad para difundir el trabajo que impulsamos desde Wetlands International LAC en una agenda climática de alcance global, compartiendo experiencias de nuestros territorios, fortaleciendo alianzas estratégicas y abriendo nuevos espacios de diálogo con actores clave.  

En la cumbre, los humedales ganaron una visibilidad sin precedentes, “el mundo por fin está tomando conciencia de su importancia, son nuestros superhéroes climáticos”, destacó Coenraad Krijger, CEO de Wetlands International. Estos ecosistemas son esenciales en la adaptación, la mitigación y la seguridad hídrica, y su importancia quedó reflejada en iniciativas como el Freshwater Challenge (Desafío del Agua Dulce), el Peatlands Breakthrough (Iniciativa para la protección y restauración de turberas) y el Mangrove Breakthrough (Iniciativa para la protección y restauración de manglares), que ponen en valor su aporte a las soluciones basadas en la naturaleza. Aun así, continúa la necesidad de avanzar hacia compromisos más firmes y vinculantes que garanticen inversiones y políticas efectivas para su conservación. 

“La Iniciativa para la protección y restauración de turberas es nuestra oportunidad para alinear la ambición con la implementación en los planes climáticos nacionales, creando políticas propicias y desbloqueando inversiones a gran escala. Con el liderazgo decisivo que vimos en la COP30, estamos un paso más cerca de aprovechar el potencial de las turberas para el clima y las personas”, recalcó Coenraad Krijger.  

Junto a la oficina de Brasil, estuvimos en “Los retos de la escasez de agua y la integración de la variable climática en el índice de seguridad hídrica”, un evento organizado por el Ministerio de Integración y Desarrollo Regional de Brasil. El encuentro abordó los impactos del cambio climático sobre el ciclo hidrológico y la intensificación de la escasez de agua, con especial foco en regiones vulnerables. Este espacio fue clave para visibilizar el trabajo que se desarrolla en el Pantanal en contextos de incendios: Sistema de Inteligencia del Fuego en Humedales (SIFAU), en el marco de nuestro Programa Corredor Azul, y para analizar, desde una mirada de cuenca, los impactos que provoca la falta de agua en los ríos Paraguay y Paraná sobre los humedales y las comunidades. En este marco se presentó y distribuyó nuestra última publicación:  Humedales fluviales de la Cuenca del Plata: Aliados para la adaptación y mitigación al Cambio Climático, que elaboramos especialmente para la COP30. 

Por otra parte, participamos en el panel “Montañas Andinas: un escenario estratégico para integrar biodiversidad y cambio climático” junto a CONDESAN (Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión Andina) donde se abordó el rol estratégico de las montañas andinas y la importancia de conservar los humedales altoandinos ante la crisis climática y la pérdida de biodiversidad, y se compartieron propuestas de gobernanza y recomendaciones de política para fortalecer la cooperación regional.  

También estuvimos en el evento “Adaptación a una criósfera cambiante: lecciones de los Andes sobre cómo garantizar el abastecimiento de agua y reducir los riesgos”, organizado por Adaptation At Altitud, donde debatimos soluciones de adaptación al cambio climático, compartiendo la experiencia de nuestro Programa Conservando los Humedales Altoandinos en Laguna de Pozuelos, Jujuy. Ahí destacamos cómo el conocimiento de las comunidades locales, el liderazgo de las mujeres en el uso del agua y el trabajo conjunto entre las comunidades y los gobiernos mejoran la resiliencia y pueden orientar la acción climática a escala global. 

Participamos del encuentro de la Alianza Verde Argentina y compartimos nuestra experiencia. En este espacio estuvieron representadas las provincias de La Pampa, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Jujuy y Misiones, en el marco del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático. En este contexto, los estados subnacionales cumplen un papel fundamental, especialmente cuando los niveles nacionales no priorizan la agenda de cuidado ambiental. 

En el marco del evento “Aligning private sector and subnational action to restore degraded landscapes through a multistakeholder dialogue process” (Alinear las acciones del sector privado y subnacionales para restaurar paisajes degradados mediante un proceso de diálogo multisectorial) de Coalition of Action 4 Soil Health (Coalición de Acción para la Salud del Suelo – CA4SH), alertamos sobre la generación de impactos socioambientales por la minería de litio no responsable en los humedales altoandinos, bajo el argumento de acelerar la obtención de materias primas importantes para la transición energética. 

“Aprovechamiento de la naturaleza y los mercados de carbono para la restauración y conservación de las turberas”, convocado por el European Investment Bank, fue otro de los eventos donde estuvimos. En este espacio, se abrió un intercambio técnico sobre el potencial del monitoreo remoto aplicado a turberas, en especial con relación a la Península Mitre, que concentra cerca del 90% de las turberas de Argentina.  

Recientemente, Península Mitre fue designada Sitio Ramsar, un reconocimiento en cuya declaración colaboramos junto a la Secretaría de Ambiente de Tierra del Fuego, lo que refuerza la importancia de seguir fortaleciendo su gestión y conservación. 

Los intercambios, articulaciones institucionales y espacios de cooperación construidos durante este espacio fortalecen el trabajo que impulsamos en los territorios y abren nuevas oportunidades para escalar soluciones basadas en la naturaleza en la región.