Protocolo para una ganadería ambientalmente responsable en los humedales del Delta del Paraná
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Costas y deltas llenos de vida
Lanzamos el “Protocolo de mejores prácticas ganaderas bajo una gestión ambiental responsable en el Delta del Paraná” dirigida a productores ganaderos como una herramienta orientadora del manejo de humedales que se encuentran bajo producción pecuaria. Esta guía fue realizada en el marco de nuestro Programa Corredor Azul de Fundación Humedales/ Wetlands International.
El Delta del Paraná es un macromosaico de humedales compuesto por ambientes heterogéneos y rico en biodiversidad que se caracteriza por tener extensas áreas con abundante forraje natural para el ganado, lo que convierten a esta región en un lugar donde se produce carne de muy buena calidad.
Sin embargo, la falta de asesoramiento técnico y la implementación de prácticas inadecuadas para este tipo de ambientes pueden ocasionar una degradación del ambiente como cambios en el flujo del agua en los humedales, afectar las propiedades del suelo y cambiar la composición y cantidad de la vegetación natural. Estos cambios se traducen en una pérdida de servicios ecosistémicos impactando en la propia actividad ganadera con un rendimiento deficiente en la producción de ganado y en la rentabilidad económica de la región.
En este contexto, publicamos el “Protocolo de mejores prácticas ganaderas bajo una gestión ambiental responsable en el Delta del Paraná” realizado por los biólogos Elizabeth Astrada (UNSAM), Roberto Bó (UBA) y Rubén Quintana (UNSAM) en el marco de nuestro Programa Corredor Azul de Fundación Humedales/ Wetlands International, como una herramienta orientadora para el manejo de los humedales de la región que se encuentran bajo producción pecuaria.
La guía está dirigida a aquellos productores ganaderos interesados en llevar adelante mejores prácticas que contribuyan a una mayor sustentabilidad, tanto ambiental como sociocultural y productiva en los humedales de la región.
La adopción de las mejores prácticas propuestas por el protocolo es fundamental para la construcción de mecanismos de compensación que reconozcan el esfuerzo realizado por los ganaderos del Delta de producir carne conservando al mismo tiempo los humedales.
“A través de la aplicación del protocolo buscamos beneficiar no sólo a los productores ganaderos sino también a quienes se dedican a otras actividades productivas tradicionales ambientalmente adaptadas al normal funcionamiento de los humedales que se llevan a cabo en el Delta del Paraná”, explicó Rubén Quintana, coordinador del componente de ganadería del Programa Corredor Azul e investigador del CONICET.
“Una práctica ganadera sostenible contribuye a conservar los aportes de la naturaleza a la sociedad que en el caso de los humedales son extremadamente relevantes. Conservar la estructura y el funcionamiento de estos ecosistemas permitirá que la ganadería pueda constituir una producción que no sólo conserve la biodiversidad de los humedales del Delta sino también que contribuya con beneficios para los productores, así como para otros actores claves de este importante mosaico de humedales”, concluyó Quintana.
