Buenos Aires, Argentina – A fin de septiembre pasado la oficina Argentina de Wetlands International, coordinadora del programa, reunió en Buenos Aires a las organizaciones socias del proyecto Ecosystem Alliance de identificar los éxitos que han tenido las organizaciones y la alianza en su conjunto. Por otro lado se buscó incentivar el dialogo sobre el contexto político actual y la reflexión sobre las posibilidades de incidir en problemáticas clave, fortaleciendo las acciones que quedan por delante.
Participan del programa y asistieron a la reunión Fundación Humedales, Fundación Vida Silvestre Argentina, Proteger, ProYungas, , Taller Ecologista, M Biguá y FARN. Durante la misma se destacó la particularidad del grupo del EA, que reúne a organizaciones de distintas regiones del país, con intereses diversos y experiencias y formas de trabajo variadas. Así mismo se destacaron algunos éxitos y logros muy significativos a distintos niveles.
En general, desde la existencia de este programa, se observan varios acontecimientos que son consecuencia del trabajo de las organizaciones y del grupo de trabajo entre sí, con un mayor reconocimiento institucional y público de las problemáticas que se suceden en la Cuenca del Plata.
“A modo de ejemplo se puede decir que en época de sequía hay menos incendios producto de la quema indiscriminada de pastizales; que los dictámenes de los distintos órganos técnicos que son consultados por las autoridades recogen información recabada o generada por las organizaciones; la conservación de 175.000 hectáreas que estaban a punto de ser destinadas a la cosecha de arroz en Entre Ríos, y el conocimiento general en las comunidades, ciudades, autoridades acerca de lo que es un humedal” señaló Natalia Machaín Coordinadora de Política de la oficina argentina de WI y coordinadora del proyecto Ecosystem Alliance en Argentina.
Por otro lado, las organizaciones también se enriquecieron de la experiencia del trabajo como alianza. Se resalta la importancia que tuvo en distintas actividades la existencia de un trabajo grupal y coordinado para la incidencia de las temáticas del Programa.
“Las organizaciones reconocen que una de las herramientas que más las beneficiaron fueron las repercusiones mediáticas que tuvieron sus actividades, la ampliación de vínculos con los sectores públicos, así cómo el empoderamiento de la gente, que hoy es consiente de sus derechos y oportunidades. No obstante coinciden en que las organizaciones deben dejar de marcar únicamente los errores e idear modos para conducir el cambio: el sector público y el privado tienen diferentes caminos para lograr sus propósitos, y el nuevo rol de las organizaciones es guiarlos en la mejor dirección” concluyó Natalia Machaín.