Territorio Quilombo Kalunga, primer sitio TICCA de Brasil

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La ONU declaró al sitio como Territorios y Áreas Conservadas por Comunidades Indígenas y locales”Este título se otorga a lugares donde la comunidad mantiene una profunda relación y conexión con el territorio que habitacon resultados positivos en la conservación de la naturaleza y el bienestar de su gente. Este logrse consiguió gracias a Wetlands International Brasil, en el marco del Programa Corredor Azul, y a las gestiones de Mupan – Mujeres en Acción en el Pantanal con las comunidades locales.

El Territorio Quilombo Kalunga obtuvo el registro de Naciones Unidas como el primer sitio TICCA de Brasil. Fue un largo camino para alcanzar el título de “Territorios y Áreas Conservadas por Comunidades Indígenas y Locales” que otorga el Programa Ambiental de la ONU aquellos lugares donde la comunidad mantiene una profunda relación y conexión con el territorio que habita, con resultados positivos en la conservación de la naturaleza y el bienestar de su gente. 

Las gestiones comenzaron en agosto de 2019 en el II Encuentro TICCA Brasil realizado en Corumbá y promovido por Mupan – Mujeres en Acción en el Pantanal junto a Wetlands International Brasil, en el marco del Programa Corredor Azul, donde participó Damião Moreira, líder de Kalunga. A partir de ese momento, hubo debates y asambleas entre las comunidades del territorio, hasta que a principios de 2020 fueron reconocidas como TICCA. 

 “Nos complace ver que nuestros esfuerzos como la institución facilitadora de TICCA en Brasil dan frutos y alcanzan los objetivos de nuestra misión. Esperamos que la experiencia del Territorio de Kalunga pueda inspirar a las comunidades del Pantanal, donde trabajamos con el Programa del Corredor Azul. Continuaremos con la misión de apoyar y articular la red TICCA, así como los nuevos procesos de reconocimiento territorial para el fortalecimiento de las comunidades tradicionales e indígenas”, dijo Rafaela Nicola, coordinadora del Consorcio TICCA para Brasil y directora de Wetlands International Brasil. 

La incorporación al registro internacional del Sitio Histórico y patrimonio Cultural Kalunga como primer TICCA se atribuye a comunidades conservadas y territorios tradicionales en los que la comunidad mantiene una profunda relación de conexión con el propio lugar que habita y con procesos internos de gestión y gobernanza y resultados positivos en la conservación de la naturaleza, así como el bienestar de su gente. Son conocidos también como  “Territorios de la vida”. 

“Con gran orgullo recibimos la noticia de que el Territorio de Kalunga, uno de los más grandes de Brasil, ha sido reconocido por la ONU como TICCA, como un territorio preservado. Esto significa que aquí todavía tenemos muchos frutos, mucha naturaleza y muchas bellezas conservadas. Como representante, me siento honrado con el reconocimiento internacional. Creo que ahora tendremos más socios que nos ayuden en la lucha por la conquista de todo nuestro territorio, que todavía no ha sido totalmente expropiado”, celebró el presidente de la Asociación Quilombo Kalunga (AQK), Jorge Moreira de Oliveira. 


La Comunidad Kalunga 

Con una fuerte tradición en la agricultura, la gente de Kalunga practica la siembra baja en carbono y confía en el conocimiento ancestral para hacerlo al ritmo de la naturaleza, sin utilizar pesticidas. Trabajan pequeños campos, generalmente menores a una hectárea, donde practican la agricultura de subsistencia, y venden los excedentes. Se utilizan las áreas cultivadas durante cuatro años y luego descansan por diez años. Los huertos se cultivan con azadas, sin utilizar máquinas. 

Los Kalunga también practican el extractivismo y buscan otras alternativas sostenibles para el desarrollo del territorio. 

Convertirse en TICCA es un reconocimiento mundial del papel del pueblo Kalunga en la conservación de la biodiversidad del Cerrado y la belleza de Chapada dos Veadeiros, en el noreste de Goiás. Rico en cultura, agua y biodiversidad, se estima que el quilombo Kalunga fue creado hace más de 300 años por personas que no aceptaban el régimen esclavista de la época y lograron escaparse. El territorio ocupa un área de 261 mil hectáreas en los municipios de Cavalcante, Teresina de Goiás y Monte Alegre. 

“Hemos ganado autonomía en la gestión de nuestra tierra. Ahora que estamos en el mapa internacional de comunidades tradicionales como TICCA, esperamos unirnos a esta lucha con otras comunidades alrededor del mundo”, dice Damião Moreira Santos, coordinador del proyecto de la Asociación Quilombo Kalunga (AQK). 

Además, se espera que el título ayude a proteger el territorio de amenazas externas, ya que los Kalunga ahora tienen una validación de las Naciones Unidas en la mano que demuestra la preservación en el territorio, además de agregar aún más valor al turismo comunitario y a los productos turísticos de la región. 

El directorio de la Asociación Quilombo Kalunga (AQK) se interesó por el concepto y también inició un intenso proceso de diálogos y consultas a lo largo de las asambleas comunitarias para discutir el Reglamento Interno con los vecinos de las 39 comunidades que habitan el territorio sobre los desafíos y ventajas para convertirse en TICCA. 

“Fue un proceso muy participativo. Tenemos una comunidad preservada, un territorio de vida, pero sufrimos constantes invasiones. El proceso de formalización de TICCA nos ha ayudado a dar visibilidad internacional para protegernos”, dijo Vilmar Kalunga. 

Fueron 14 grandes asambleas comunitarias y una gran asamblea de tres días para discutir y aprobar el Reglamento Interno, proceso que se llevó a cabo bajo el liderazgo de Vilmar Kalunga, entonces presidente de AQK, Damião Moreira dos Santos, el coordinador del proyecto CEPF en AQK , Durval Fernandes Motta, el consultor de la Asociación, y Jorge Moreira de Oliveira, actual presidente de AQK. 

“En las asambleas, tratamos de mostrarle a la comunidad la importancia del trabajo que  hacemos por el mundo en relación con la preservación y conservación de la naturaleza. Nosotros, incluso sin saberlo ni ser reconocidos, brindamos un servicio global al medio ambiente. Durante las discusiones, recuperamos la conciencia y el orgullo de cómo vivimos y nos ganamos la vida con el medio ambiente”, contó Damião Moreira. 

La decisión de la comunidad de autoproclamarse como la primera TICCA en Brasil tuvo lugar durante una reunión general en febrero de 2020. Este fue el primer paso hacia el reconocimiento del territorio Kalunga como un “territorio de vida” o TICCA. 

Durante todo el proceso, el equipo de AQK contó con el apoyo activo del Fondo de Asociación para Ecosistemas Críticos (CEPF) y el Instituto Internacional de Educación de Brasil (IEB). 

“Apoyamos la gestión territorial, ya que nos damos cuenta de que es muy importante desde el punto de vista de la conservación. AQK profundizó en el proyecto. Seguimos sus pasos de gestión territorial: revisión del estatuto, mapeo de sus recursos naturales y manejo de conflictos en la comunidad”, explicó Michael Becker, coordinador del CEPF Cerrado. 

AQK también se puso en contacto con Mupan – Mujeres en Acción en el Pantanal, institución que es el punto focal del Consorcio TICCA en Brasil. Además de aclarar dudas, Mupan apoyó el proceso de finalización del registro del Centro de Monitoreo de la Conservación Mundial SHPCK (WCMC) y creó un protocolo brasileño para llevar a cabo el proceso de revisión por pares, previsto en los requisitos de la ONU para que se pueda otorgar el título. 

Toda la articulación del registro oficial fue monitoreada de cerca por la coordinadora de asuntos indígenas y comunidades tradicionales del Programa Corredor Azul, Lilian Ribeiro. “Mupan ayudó en la articulación con otras instituciones y en la carta de evaluación. Como no había otras TICCA en Brasil para el procedimiento de reconocimiento, creamos una comisión para la red TICCA Brasil con los líderes de los quilombos, representantes del movimiento negro y la institución Rede Cerrado, para certificar si el trámite en territorio Kalunga se había realizado de acuerdo con los documentos enviados al PNUMA”, comentó. El título, opinó Ribeiro, es una herramienta adicional para que la comunidad Kalunga gane fuerza en la defensa del territorio.