Los turbales emiten CO2 cuando son despejadas y drenadas para la agricultura y la silvicultura. Más del 5% de las emisiones globales de CO2 son causadas por la degradación de las turberas. La restauración de estas áreas (incluyendo la utilización sostenible), puede reducir las emisiones de forma sustancial. Los turbales más importantes que necesitan ser preservados y restaurados están incluidas en el Mapa de Zonas importancia clave de Turbales (Hotspots).

La conservación y la rehabilitación de los turbales no significa que estas áreas se convierten en lugares prohibidos para la actividad económica. Existen varias opciones para la utilización sostenible de los turbales húmedos y las comunidades locales han hecho uso de tales oportunidades durante siglos. Además, los turbales pueden ser cultivados con cultivos adaptados a las condiciones de suelo húmedo. Esto puede reducir o incluso detener las emisiones de gases de efecto invernadero de los turbales y al mismo tiempo pueden proporcionar medios de vida sostenibles como base para los negocios locales. Hay cientos de especies de interés comercial que pueden ser usados para esto.

La primera prioridad es asegurar la conservación de todas los turbales restantes en el mundo. Estos si no se drenan proporcionan muchos servicios ecosistémicos valiosos. Detener la expansión de drenaje de turbales evitará la necesidad de generar grandes inversiones para mitigar los impactos de la degradación y restauración. En apoyo de esto, evaluamos la situación y las tendencias de los turbales y sus valores, las vulnerabilidades y las necesidades de protección. Esta información sirve de defensa para mejorar las políticas y prácticas que impiden la conversión y el daño a valiosos turbales.