Presentamos “El Corredor de Biodiversidad Delta del Paraná, una mirada integradora sobre un territorio unido por el río, sus humedales y su gente”
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Programa Corredor Azul
Junto a la Dirección de Planificación y Ordenamiento Ambiental del Territorio del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación (MAyDS) presentamos en San Fernando la publicación que funciona como marco de referencia para proyectar el Delta como un corredor de biodiversidad.
El viernes pasado presentamos en San Fernando la publicación El Corredor de Biodiversidad del Delta del Paraná, una mirada integradora unida por el río, sus humedales y su gente, que realizamos en el marco del Programa Corredor Azul de Fundación Humedales / Wetlands International junto a la Dirección de Planificación y Ordenamiento Ambiental del Territorio del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación (MAyDS).
La publicación constituye un marco de referencia que propone proyectar y vivir al Delta como un gran corredor de biodiversidad, ubicando a las áreas protegidas como eje y elemento organizador.
El Corredor de Biodiversidad Delta del Paraná es una extensa área de 2.570.000 hectáreas ubicada en las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires cuyo objetivo principal es destacar la importancia estratégica de los sistemas de humedales en la región.
Estos valiosos ecosistemas ayudan a mantener el equilibrio de los recursos hídricos en la zona, proveen servicios ecosistémicos vitales para el bienestar humano y la conservación de la biodiversidad. Este corredor alberga más de 700 especies vegetales (sauce criollo, laurel blanco, timbó blanco, aliso del río y espinillo, entre otros) y 570 especies de vertebrados. Entre los mamíferos se destacan el carpincho, ciervo de los pantanos; en las aves, pava de monte, chajá y el junquero. Y en los peces, el dorado, la tararira y el sábalo.
Las áreas protegidas constituyen una de las principales herramientas para la conservación de la biodiversidad y la preservación de los servicios ecosistémicos. Pero su éxito no sólo depende de los procesos ecológicos que se dan hacia el interior de las mismas, sino también de lo que ocurre más allá de su entorno inmediato.
Esta publicación se realizó de manera conjunta entre el Proyecto de Ordenamiento Ambiental del Territorio GEF-PNUD 19/ARG/G24 (implementado por el MAyDS) y el Programa Corredor Azul de Fundación Humedales/Wetlands International. Se generó en base a la amplia participación de los referentes territoriales responsables de la administración de las áreas protegidas y diversos actores gubernamentales vinculados a la gestión del territorio, así como miembros de organizaciones no gubernamentales socioambientales de la región.
Gabriela Gonzalez Trilla, Directora Nacional de Gestión Ambiental del Agua y los Ecosistemas Acuáticos, destacó en la presentación que “desde el Ministerio de Ambiente apoyamos este tipo de iniciativas que tratan de visibilizar la importancia no solamente de los corredores biológicos sino también de corredores en donde lo que se conserva es algo tan importante como el agua dulce, que es lo que conecta todo el corredor”.
“La publicación plantea pensar en la conectividad entre las áreas protegidas y por fuera de ellas. El desafío es considerar cómo involucrar a quienes producen y viven en torno a ellas para ser parte de esa idea de conservación más amplia. No queremos que las áreas protegidas queden como islas de conservación, sino que se integren con las actividades que suceden en su entorno”, resaltó Gaston Fulquet, Coordinador del Programa Corredor Azul de Fundación Humedales/ Wetlands International.
Por su parte, Guido Veneziale, Director Nacional de Planificación y Ordenamiento Ambiental del Territorio de Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, resaltó la importancia de “trabajar desde Estado con asociaciones civiles. Esta publicación es una herramienta, una línea de acciones y políticas públicas que venimos llevando adelante en el Delta del Paraná en particular. En el Ministerio de Ambiente hemos tomado la decisión de fortalecer lo local para fortalecer la estrategia general.”
El director general de Políticas Ambientales de San Fernando, Gabriel Tato, dijo que “este macrosistema de humedales es habitado por el hombre, usado en el buen sentido por el hombre, que nos brinda múltiples servicios ecosistémicos desde el más sencillo que es la vida a través del agua. Todos los que trabajamos en el Estado, en organizaciones y asociaciones civiles tenemos que bregar por la salud del humedal.”