Panamá acoge reunión internacional sobre rol de los manglares y otros ecosistemas en lucha contra cambio climático

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Ciudad de Panamá, 23 de enero de 2017 – Expertos internacionales y representantes de gobiernos de América Latina y el Caribe debaten hoy en Panamá sobre cómo potenciar el papel de los bosques azules, es decir, los manglares, praderas submarinas y marismas, en la lucha contra el cambio climático.  Aunque estas áreas sólo cubren 0.5% del lecho marino, se estima que capturan y retienen más de 50% de todo el carbono que se almacena en los sedimentos oceánicos (carbono azul).

La reunión, que se prolonga hasta el 26 de enero en el Wyndham Panama Albrook Hotel de Ciudad de Panamá, busca consensuar un libro blanco para la implementación de proyectos de bosques azules y carbono azul en la región.

Durante el evento, el Secretario General del Ministerio de Ambiente de Panamá, Félix Wing, destacó a “En los últimos años se ha perdido entre 2 al 7% de los sumideros de carbono azul en nuestro planeta, conservar estas máquinas de fijación de carbono resulta vital para reducir la vulnerabilidad de las comunidades humanas costeras frente al cambio climático.  El día viernes se firmó la Resolución Ministerial que crea el área protegida de la Laguna de Matuzagaratí cuyo sistema de humedal son los más grandes de Centroamérica de carácter continental. En Panamá como parte de nuestra política de conservación y manejo sostenible de los recursos naturales hemos puesto todo nuestro esfuerzo en impulsar iniciativas para asegurar la permanencia en cantidad y calidad del carbono en Panamá. Una de estas iniciativas es la Alianza por el Millón de Hectáreas reforestadas, el objetivo de esta alianza público privada es clara, recuperar nuestros bosques lo que también aborde el incremento de la superficie cubierta con ecosistema de manglar y resaltar el papel que juegan los hábitats marino costeros con vegetación como los manglares, las marismas y los pastos marinos. Para asegurar el importante papel que juegan los ecosistemas marino costeros en la captura de gases de efecto invernadero, MIAMBIENTE junto a la Universidad Tecnológica de Panamá, la Ciudad del Saber y el Ministerio de Salud han conformado un grupo de investigación para cuantificar el flujo de CO2 mediante una torre de monitoreo instalada en el área protegida Bahía de Panamá para utilizar los datos en la toma de decisiones y aportar conocimiento a la comunidad científica».

Wing: «De igual forma el MIAMBIENTE junto al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), Wetlands International y Conservación Internacional, auspiciado por el gobierno de Alemania a través de la Iniciativa Internacional del Clima (IKI), ha llevado a cabo los estudios de medición de carbono en manglares y nos complace mencionarles que ya están siendo procesados los datos lo que nos permitirá muy pronto conocer con certeza la capacidad completa de captación y almacenamiento de carbono en este importante ecosistema para la lucha contra el cambio climático. Este proyecto busca resaltar uno de los servicios ecosistémicos del manglar menos conocido sin embargo, antagónicamente como sabemos es uno de los ecosistemas con mayor cantidad y capacidad de captación de CO2 a la vez protege nuestras costas. Por medio de estas iniciativas Panamá está mostrando pasos importantes hacia la conservación de estos ecosistemas, ya estamos en la fase final de la adopción de la Política Nacional de Humedales e implementando modificaciones en el marco jurídico en los procesos de aprovechamiento  y medidas de conservación en manglares ”

Ecosistemas como los manglares, que ocupan 15.2 millones de hectáreas, es decir,  0.4% de la superficie forestal mundial, no sólo tienen la capacidad de secuestrar carbono y proteger el suelo de la erosión y eventos naturales extremos, sino que además albergan una gran biodiversidad marina.

“En República Dominicana, 50% de la cobertura de manglares se ha reducido desde los años 80 por el desarrollo costero turístico y la agricultura”, explicó Patricia Abreu, Viceministra para la Cooperación y Asuntos Internacionales del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de ese país.

El Director de ONU Medio Ambiente América Latina y el Caribe, Leo Heileman, subrayó que destruir estos ecosistemas “redundará en daños económicos en el futuro, ya que se perderán recursos pesqueros vitales para el sustento de las comunidades costeras”.

El libro blanco que resulte de la reunión se centrará específicamente en las lecciones aprendidas del proyecto Bosques Azules del Fondo Mundial para el Medio Ambiente, GEF, y ONU Medio Ambiente, y la necesidad de comunicar el valor de los bosques de la región a los decisores políticos y otras contrapartes.

También incluirá la perspectiva de las comunidades y el desarrollo de una red regional con la capacidad científica existente y profesionales que desarrollen los proyectos.

“Unos humedales bien gestionados pueden suponer una de nuestras mejores pólizas de seguro contra algunos de los efectos más perjudiciales del calentamiento global”, afirmó Arturo Dominici Arosemena, Director Ejecutivo del Centro Regional RAMSAR para la Capacitación e Investigación sobre Humedales en el Hemisferio Occidental.

Los beneficios económicos, ambientales y sociales de conservar los manglares, que se estiman en cientos de miles de millones en todo el mundo, no se aprovechan en la actualidad por la falta de mecanismos de financiación del carbono, intervenciones políticas adecuadas y su rápida deforestación, según un informe de ONU Medio Ambiente.

El estudio Guiding Principles for Delivering Coastal Wetland Carbon Projects estima que el costo económico de destruir los manglares ricos en carbono es de 42 mil millones de dólares anuales. Estos bosques pantanosos están siendo eliminados entre tres y cinco veces más rápido que los bosques terrestres.

Hasta 90% de los manglares se encuentran en países en desarrollo y la mayoría está en peligro, por el desarrollo costero, el cambio climático, la tala y la agricultura.  La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN, estudió 70 especies de mangles, y de éstas 11 se incluyeron en 2010 en la Lista Roja de especies amenazadas.  En las costas del Atlántico y Pacífico de Centroamérica hasta 40% de las especies de mangles está en riesgo.

La reunión que tiene lugar en Panamá forma parte del proyecto internacional Bosques Azules. La cita se organiza en coordinación con el Centro Regional RAMSAR.

El proyecto tiene como objetivo destacar el rol de manglares, marismas y praderas submarinas en la mitigación y adaptación al cambio climático a través de demostraciones coordinadas sobre el terreno. Con este trabajo se pretende lograr una mejor gestión del ecosistema costero mediante el aprovechamiento de los valores asociados con el carbono y los servicios de los ecosistemas. La iniciativa se desarrolla en cinco localizaciones: Ecuador, Mozambique, Madagascar, Indonesia y los Emiratos Árabes.

Proyecto de manglares en Panamá

Por parte del proyecto Protección de Reservas y Sumideros de Carbono en los Manglares y Áreas Protegidas de Panamá participaron funcionarios capacitados del Ministerio de Ambiente, la coordinación en manos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y los socios las ONG Conservación Internacional y Wetlands International. Este proyecto, también con el socio de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), es parte de la Iniciativa del Clima del gobierno de Alemania (BMUB).

Mayte González, directora de la oficina regional en Panamá de Wetlands International: “Los proyectos presentados en el taller, nos confirman que los humedales costeros que tenemos el Pacifico y el Atlántico de Panamá, tienen un potencial inmenso de generar beneficios. Estos incluyeran el mercado de carbono, mejoramiento de pesquerías y protección costera. Razones suficientes para priorizar su conservación y poner un alto definitivo a la perdida de manglares y ecosistemas asociados.”

Keep it Fresh or Salty

Como parte de la Iniciativa de Carbono Azul, Wetlands International, en alianza con el proyecto Bosques Azules, junto con sus socios IUCN y Conservation International ha publicado un manual para financiar proyecto de carbono en humedales, con el título “Keep it Fresh or Salty, An introductory guide to financing wetland carbon programs and projects (PDF)”.